Nítido, acogedor, te sientes que estás en un crucero, por la decoración del restaurante. La comida muy buena, cada plato con un sabor espectacular. Tienen un servicio muy esmerado. El personal que te atiende conoce muy bien los platos y son complacientes con clientes exigentes. El dueño del restaurante siempre muy cordial con los comensales.
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