El restaurante es pequeño pro bonito ya que su atractivo visual es el diablo rojo que tienen en el medio. Fui con dos personas más a probar la hamburguesa de burger week y no decepcionó. Muy rica y jugosa. La atención muy esmerada y de hecho nos quedamos hablando como por dos horas y nunca sentí que nos querían hechar, la mesera fue súper amable.