Bastante bien el ambiente, aunque llegamos y tuvimos que enseguida entrar al área cerrada porque la terraza parecía una chimenea de humo, llena de fumadores. En cuanto a la comida, el pescado al ajillo estaba un poco salado, las papas fritas crudas y los deditos de pollo de mi hijos estaban demasiados fritos casi quemados. Los patacones rellenos muy buenos. La atención fue buena.