El servicio atento y rápido, y la comida ni se diga, bastante buena, la pizza japonesa y los alaska crunch de entradaa casi que parecían plato fuerte, las porciones son bastante generosas, mi único problema es el ambiente, en cuanto a la decoración del lugar no hay una armonía entre cuadros asiáticos, el tipo de lámparas (como de bar rústico) y los televisores, lo que da la impresión de estar en un sport bar y no en un restaurante de comida asiática.