Fuimos a desayunar el domingo, el restaurante excelente, su decoración original hace juego con el ambiente del casco antiguo, la comida espectacular, muy muy buena, lo único que sugiero deben mejorar es el servicio, atendía un solo mesonero a casi todas las mesas, el hombre no se daba abasto, iba y venía sin parar, sin duda le falta apoyo. Pero en líneas generales una super buena opción para un desayuno diferente en un fin de semana.