Por la ubicación... en una tarde de verano con mucha brisa... es una buena opción... el inconveniente es conseguir estacionamiento si está muy concurrido. Pedimos un plato típico de entrada para compartir y estuvo bien sabroso y fresquito todo. Además ordenamos corvina entera frita, la cual a mi gusto le faltó algo de saborrrrrr... pero se dejaba comer. El personal muy amable. Hay que pelear un poquito con las moscas al ser un lugar techado, más no cerrado por completo. Volvería!

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