Desde México, siempre me ha gustado este lugar, y suelo ir seguido. Siempre me han parecido las mejores alitas que hay en Panamá; sin embargo hoy me llevo una gran decepción. El servicio fue pésimo y muy lento; el chico estaba solo pero el restaurant estaba casi vacío. Pedimos alitas de maracuya y nos llevaron de otra salsa. Le dijimos al mesero y el insistió que esas eran de maracuya, inclusive llevo una salsa "de maracuya" que no era y era distinta a la de las alitas ya servidas. Hubo más inconvenientes pero aún así decidimos dejar el 10% de servicio y el o muy "despistado" o muy abusivo, se cobro el 15%. Al final, la chica de la caja nos hizo la devolución de la diferencia y le hice hincapié en que no era el monto sino la acción. Volvería por la comida, pero pediría que el no me atienda más.