Físicamente el restaurante es agradable y está decorado alusivo al país y la comida. El servicio fue rápido aunque al intentar pedir se me comentó que ya no había más bubble tea. La comida estaba deliciosa y llegó al mismo tiempo a pesar de que dos personas pidieron ramen, 1 sushi y 1 plato completo. La mesera fue muy amable y siempre estuvieron pendientes de la mesa. Recomiendo tener una noción de cómo comer con palitos y no tener miedo de los ingredientes de los ramen. Aceptan tarjetas de crédito, débito y efectivo. Cuentan con baños y aire acondicionado.