Ayer pasamos por sabores del chorrillo y la experiencia no fue tan placentera. Al llegar las personas que atienden te llaman insistentemente para que consumas en sus locales sin poder escoger uno con tranquilidad. Es muy molesto! Las mesas estaban muy desordenadas y sucias, no retiran los platos al finalizar y esto hace que haya mucha basura que se cae por la brisa y queda en el agua y ni hablar de la cantidad de moscas. Nos sentamos en Cecilia Pesao y los precios y opciones estaban buenos, sin embargo el pescado entero no estaba tan fresco. Es posible que vuelva solo por un ceviche en algún otro restaurante.

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