El lugar es pequeño, decorado simplemente con afiches de diseñadores italianos como Dolce Gabana, Giorgio Armani, por mencionar algunos. Pero la verdad es que no necesita nada, mas: a veces menos es más. El area de la pizzería es abierta por lo cual se puede ver su elaboración. Pedí unos Spaghetti Pescatore y no mintió que es es la primera vez que me acabo la pasta y todavía tenía mariscos en el plato. El dueño estaba en el restaurante, lo que hizo que la atención fuera buena.