Domingo 9 de diciembre, 6 pm. Mi esposa, dos nietos y yo compramos 4 helados, nos ubicamos en una de las mesas (que tuvimos que limpiar) minutos despues, mi esposa solucito, con la mayor cortesia, en tres ocasiones, un vaso con agua siendo ignorada por los dos Sres. que atendian el local e inclusive fue objeto de reacciones muy desagradables, por parte de quienes se supone deben esmerarse en prestar un buen servicio. Desde luego, les indicamos que nunca regresariamos.