Un restaurante asiático con comida clasica. Te reciben con una taza de te caliente y puedes ver como preparan la comida desde la cocina. Pedimos sopa de wonton regular y con camarones, los wontones hechos en casa. Hay picante en la mesa, con 1 gota fue suficiente para mi, pica mucho. La atencion es buena pero no hablan mucho español, de igual manera te entienden bien.