Piso 66. La vista es impresionante, lo que hace que la experiencia de comer en un lugar tan alto sin igual. La atención es de primera. Los platos son mas tapas y bebidas. Un excelente lugar para salir con los amigos o con la pareja sentimental. Las tapas son generosas en cantidad así que vale la pena compartirlas. Regresaré sin duda a ver el sol ponerse.