Descubrí este local gracias a una amiga que me lo recomendó, y me encantó. Desde la entrada se ve prometedor: la decoración es exquisita y tienen música electrónica en vivo (mi favorita), en efecto, no decepciona, la comida es deliciosa, con un menú bastante variado, la presentación de los platos impecable, la atención es de primera, en fin, cuidan cada detalle. Pedimos tragos y platos para picar, el cóctel que más me gustó fue Moscow Cho, tiene un toque de jengibre y cardamomo, es divino. Al hacer la reserva por su página web te regalan una entrada de cortesía, Brochetas de filete con aceite de trufas, exquisitas. Los roles son estupendos, los nigri a otro nivel. Volveré para continuar degustando el menú y disfrutando del buen ambiente.