Es la segunda vez q visitamos este restaurante. Ya sabía q por ser domingo, estaría muy lleno y q el servicio no sería óptimo. Nos sentaron arriba y sólo había un mesero; el se esmeró en darnos el mejor servicio posible dadas las circunstancias ya q nos dijo q dos meseros habían faltado ese día a trabajar. De entrada pedimos unos mozarella búfala empanadas q estuvieron sabrosas. Pedimos una corvina al ajillo q estuvo buena, aunque más dura de lo q me gusta y de acompañante pedimos spaghetti pomodoro q estaba ok. Pedimos unos fettuccinis con salsa de parna con hongos q estaba deliciosa. Además pedimos un trío de raviolis rellenos de ricotta y espinacas con tres salsas: pomodoro, blanca y pesto. Para ser sincera, su salsa pomodoro no me encantó y la de pesto tampoco. El tiramisu, éxito total y rotundo! Pedimos dos pastas para llevar: un linguini con salsa de tartufo y unos fettuccinis con salsa de fileto q consiste en tomates frescos con albahaca, aceite y ajo. Cuando pedi la de tartufo, le pregunté al mesero si venía con hongos y me contestó q sí, q venía con hongos porcini ; cometí el error de no verificar en el restaurante lo q me estaba llevando, no había ni un hongo, la salsa estaba escasa y era mayormente aceite de trufas. La otra se la llevé a mi Mamá y también comentó q era muy poca salsa y q carecía de sabor.
