Fuimos a almorzar y estuvo realmente bueno. De entrada, nuestra debilidad confesa, las siempre buenas mollejitas de res, con un toque de limón, chimichurri y picante. Pedimos un trozo de filete, para compartir, acompañado de papa asada. Para la papa traen cremita aparte, un pequeño pecadito...delicioso. La carne estaba perfecta. Es un pedazo grande de carne y hasta tuvimos que llevar a casa. También pedimos una ensalada caprese, muy buena y excelente combinación. El pan de la casa se merece una mención especial. Es irresistible, calientito y con mantequillita! El servicio impecable y el ambiente constante. Tienen ahora un lote de estacionamientos, contiguo al restaurante; ya que con el tema de los trabajos en Calle Uruguay se dificulta un poco el acceso. Igual no dejen de ir, ya vale el esfuerzo. Nosotros de seguro volveremos!