Cada vez me encanta mas el Casco Viejo. Tuvimos una noche de amigas y nos instalamos en la terraza del este restaurante. Fue verdaderamente encantador, había una brisa deliciosa que junto con el vino, la comida y la música la pasamos divino. Pedimos para picar pulpo a la gallega, tortilla española y las croquetas de jamón ibérico. Se los recomiendo.