La foto que está en la página de Degusta no es la de la entrada de la cevichería, que en realidad es un bar de tomo y lomo. Pensé que el estilo era como el de la foto (informal y antiguo), pero la entrada tenía una puerta de vidrio ahumado tipo Sportbar y eso ya me bajó puntos. Otros puntos menos porque la música -reguetón- estaba muy fuerte. Pero la chica que nos atendió fue tan amable y atenta que nos dio lástima irnos. Ofreció bajar la música, aunque no la bajó lo suficiente para conversar y comer con tranquilidad. Pedimos el ceviche de corvina. Estaba muy rico y el pescado fresco. Muy bueno. También pedimos el ceviche con salsa de menta, pero la salsa llevaba demasiada crema, lo que le quitó sabor al pescado. Parecía una ensalada y no un cóctel. Para tomar pedimos cervezas artesanales Casa Bruja y una piña colada que tuve que mandar a hacer de nuevo porque era puro sirope y nada de ron. Me lo arreglaron y esta vez estaba muy rico. No está mal, pero el lugar no tiene personalidad. No es sólo un bar, pero tampoco cevichería, la decoración no dice nada. En fin, no fue pérdida de dinero, pero no volveremos.