Fuimos de nuevo y quedamos muy decepcionados de todo, la comida, tanto la entradas como los platos fuertes le faltaban sabor, pedimos el mismo ají a la gallina que habíamos pedido la última vez y esta vez no tenía sabor, no encontramos nada sabroso. El chaufa de mariscos era lo único que encontramos ok. Eso sí, el restaurante estaba totalmente lleno, era un domingo al mediodía y los meseros no daban abasto, pedimos 3 entradas sencillas y demoraron como 40 minutos en traer una simple entrada.