Es una heladería artesanal. Buen ambiente e innovador. Tiene un surtido grande de paletas en agua o leche para todos los gustos y sabores. Yo pedí una de fruta de guanábana estaba bien. Mi hijo pidió una de crunch y creo que es de las que más se venden por qué varios niños pidieron lo mismo. Se van por el chocolate. Buen lugar.