La experiencia en este restaurante fue mala a regular. Pedí un chicheme y la señora que me atendía me miró como si quisiera matarme y dijo que no sabía qué era un chicheme. En un restaurante típico?? Cómo así? Probablemente venezolana, por su acento. Igual creo deberían capacitarla para el puesto, conocer los platos panameños, y sobre todo, no ser hostil con el cliente. Ambiente tipo fonda con aire acondicionado, falta decoración alusiva a lo folklorico. Las frituras no estaban frescas. La carne frita estaba dura. Precio superior a la calidad y cantidad. Lo único que me gustó fue el café, caliente y fuerte. No volvería a probarlo.