Al llegar nos informaron que nuestra reserva había sido cancelada, aún no entendemos quién, cómo y por qué, pero estuvo llena de confusión nuestra primera impresión- el grupo propuso ir a la terraza y la pasamos bien, incluso nos olvidamos de todos los usuarios del Power Club que pasan al estacionamiento de atrás. Los días de promoción se llenan y esto motivó que muy sutilmente nos insinuaran que ordenáramos todo al mismo tiempo, no tuvimos tiempo de mirar bien el menú y sentimos algo de tensión en esta parte del proceso. La comida estuvo riquísima, tengo que decir que cualquier situación no satisfactoria previa fue compensada por la excelente calidad de los platos; todo estuvo riquísimo. El sabor del tartufo hizo la noche. Quiero agregar de que en Panamá tenemos que trabajar mucho con los estereotipos, lastimosamente persiste el cómo te ven te tratan; cliente es cliente y no tienes que llegar en un último modelo para consumir y pagar por una buena cuenta.
