Hace tiempo no iba, me sorprendió la buena atención de la mesera, panameña. Me gusta señalar eso ya que se ha generalizado que la atención del connacional es mala..cosa que no es cierta. Pedí una especie de tartare pero de corvina acompañado de pataconsitos..no tenía mucha hambre así que pedí eso que la verdad es una entrada y una copita de pinot griggio. Mi novio pidió un filete al ajillo que la verdad estaba muy bueno y su limonada. Tenían a una joven cantando pero no era muy atinada así que mejor pongan música..es un buen lugar para cenar ligero mientras disfrutas de la brisa marina. Económico.
