Como todos los restaurantes del Valle nunca tienen personal para atender o cocinar. Estuvimos 1 hora esperando nuestra comida y la de nuestro pequeño hijo. El dueño es el único que toma el pedido y cobra, tienen un salonero poco adiestrado. La espera no valió la pena pues la comida estaba 3.2, ads del otro mundo y en mi opinión un ojo de la cara pagar 20.00 por una pasta de Cajeta hecha sin amor. Me da Lástima porque estando ahí vimos 2 familias sentarse e irse de tanto esperar y si te quedas a comer no regresas, y para que tener un negocio así. No regresamos.