Sin duda el mejor restaurante de El Valle, el personal es muy amable (aunque pueden “ausentarse” un poco si el lugar se va llenando), el ambiente es relajante, tranquilo y acogedor; probamos de entrada el bisque de corvina, maíz nuevo y curry que estaba delicioso, de plato fuerte probamos los ñoquis de zapallo y el pollo en salsa de tamarindo con arroz verde, el primero mucho mas rico que el segundo y de postre el dulce de manzana crocante con helado de vainilla y caramelo que estaba muy rico también (mis niños degustaron la opción de nuggets con papitas que les gustó mucho). Definitivamente que es un restaurante que no podemos dejar de visitar cada vez que estemos por estos lares, lo recomiendo!! (importante reservar mesa!)