La valla dice “la italiana”, pero de italiano no tiene nada. Es un lugar con buen potencial (tiene horno a leña) pero no lo saben valorizar. Los ingredientes están buenos, pero la pizza es demasiado tostada, nada que ver con la verdadera pizza italiana. El ambiente es muy sencillo y el servicio un poco lento porque el personal (muy amable y sonriente) hace lo que puede... la gerencia debería contratar mas mesoneros.