Lo mejor del restaurante es la vista desde su comedor. Las jóvenes que atienden hacen su mejor esfuerzo por hacer agradable tu estadía. La variedad en las comidas es un poco limitada, dejando pocas opciones a resaltar como el sancocho, la hamburguesa y los deditos de pollo para sacarte del apuro. Ojo que los precios son acordes a un lugar apartado de la ciudad y sin competidores cercanos.