De este lugar, recuerdo que siempre me detenía con mi familia durante nuestros viajes a Chiriquí, para tomar sancocho con arroz. No era el mejor sancocho, pero resolvía y mucho. Tengo buen tiempo de no ir, pero la última vez recuerdo que era servicio tipo cafetería (pase usted con una bandeja, pida su plato y pague al final de la fila). No recuerdo si tenía servicio a la carta, pero era porque para mí, este lugar es sinónimo de sancocho con arroz, que se pedía directo con la bandeja y pare de contar. El ambiente es medio chévere, con un bohío totalmente cerrado y abanicos para darle brisa al lugar. Aunque los baños están siempre algo descuidados, y pueden mejorar en eso último. En fin, un lugar que resuelve y a buen precio.