Cuando te sientas y lees el menú todo luce mundial... Pero no se engañen, eso es sólo en el menú. Ninguno de los 3 platos que pedimos estaban buenos: Una trucha, un pulpo a la parrilla y un pollo a la naranja. Además la atención muy deficiente, amables pero lentos. Pedimos una botella de vino que llegó a mitad de la cena y con el corcho dentro de la botella. En fin, un muy buen sitio para hospedarse, pero no para comer.