Dos premisas básicas. El Ojo del Amo engorda el caballo y en tierra de ciegos el tuerto es rey. Un sitio encerrado que más que restaurante de carnes parece una “boite”. Eso es peligroso en estos días. El Servicio fue muy malo. A Pesar que el lugar estaba vacío, nos trajeron agua y el menú y los dos saloneros estaban chateando y tomando café. Hubo que llamarlos para que nos prestaran atención. Después llegaron más comensales a nuestra mesa y no hubo proactividad en atenderlos, pedir ordenes u ofrecer bebidas. Pregunté por el Encargado y me dijeron que no estaba en el lugar ( en plena hora de servicio de almuerzo 1 pm). Juzgue por usted mismo. Disparidad entre el menú escrito y el plato q llega a la mesa. Porciones abundantes pero distorsiones e irrespeto por el producto. A un buen trozo de carne importada NO hay q contaminarlo con sazones que matan el auténtico sabor de la misma No recomendaria este lugar.